sábado, 19 de abril de 2008

Mucho ruido y pocas nueces


No puedo llegar a entender que aún el ser humano no haya aprendido a interpretar el lenguaje más primitivo, la mirada.
A través de ella se pueden saber muchas cosas, más de las que se puedan imaginar: credo, religión, tendencia política, inclinación sexual... Parece que algo tan rudimentario, e incluso algo, me atrevería a decir, innato como es mirar a una persona a los ojos y entender más del 60% de las cosas que quiere expresar el individuo, se ve enturbiado por la simple apariencia del individuo. Muchas veces hay que mirar las cosas con el corazón directamente, no hacer un juicio de valores por las zapatillas que lleva, por la camiseta que "si te gusta o no" o porque parece que encaja o no encaja. Ortega y Gasset decía que la razón se componía de pequeñas moléculas las cuales eran los individuos y su manera de ver y experimentar la vida. Multitud de ideas y maneras de pensar componen este mundo, así que mejor respetarnos y aceptarnos como somos, nos guste o no, hay que joderse pero al menos intentar conocernos y llevarnos medianamente bien y respetarnos.